Yo no quería ser una princesa

Cuando era una niña soñaba con ser Ana de las tejas verdes.

Amaba ese dramatismo sólo propio de heroina postmoderna a lo Scarlatta o'Hara, ese sentir de la tristeza hasta dolerte pecho , ese sentir intenso y punzante del enamoramiento y la pérdida, ese sentir sísmico que te da la vuelta , cuando cualquiera de las dos opciones se cruzan en el camino.

También me gustaba sentirme reencarnada en Lisa, la mujer de David el gnomo...La envidiaba por vivir en el interior de un árbol, por montar en zorros y en patos, por entender a todo bicho viviente y por intentar entenderse con sus archienemigos los trolls.

A Punky Brewster la amé por su capacidad de liderazgo, amé sus colores, su personalidad arrolladora y y su alma de artista medio chalada , la amé por dormir en una cama que era carro y tener una casa en el árbol y un perro lamado Brandon.


De Pipi Calzarlagas me asombraban sus aventuras, su chulería y su exotismo de niña marimacho...Adoraba su sentido del humor irónico y sárcastico, su bondad y desprendimiento altruista.


...Yo nunca quise ser una princesa...
... Las princesas no vivían grandes aventuras...
...solo se peinaban , se ponían trajes pomposos y se casaban con un príncipe...

Yo, de mayor...quería ser aventurera.