martes, 10 de marzo de 2009

Codos Solitarios




...Long time ago...



...Long time ago, ella tenía un blog...

En él escribía pensamientos, sensaciones, vivencias cotidianas...escribía sobre música, sobre cine, sobre política...Sobre la vida de una veinteañera, con sus particularidades y sus generalidades...

...Long time ago, ella tenía un blog...

Le comentaban sus amigos, la saludaban, le preguntaban por los planes de fin de semana, formaban parte de su vida...con sus particularidades y sus generalidades...




Hoy, Ella inaugura un nuevo blog.



Sin muchas premisas , sin muchas expectativas , sin recomendaciones a conocidos ni amigos de la vida real...Hoy empieza un nuevo camino narrativo sola.

Se desprende de lazos con la vida terrenal para empezar de nuevo con una sola máxima...

La de escribir por el simple placer de ESCRIBIR, con mayúsculas.

Y enlazo escribir con su verbo hermano : Reflexionar.



Y así con esta pequeña presentación improvisada inicio la nueva andadura...



... Para mí y para todo aquel que me quiera leer...

....


Ella real...la terrenal... la que se mueve con euros, la que toma cerveza y disfruta escuchando música o dibujando espirales ...se mueve por la vida como pasajera.

El hecho de ser una pasajera es un ideal, una forma de vivir no impuesta pero sí reivindicada.

Adora ser una pasajera .

Las vivencias como pasajera eterna son infinitas, solamente las conoce y las puede compartir aquel que, al igual que Ella, se deja llevar...

Últimamente se deja llevar en tren, le gusta por diversas razones...

La primera y fundamental es por que le otorga la capacidad durante la hora de trayecto de observar y ser observada.

Pero no sólo observa Ella en sus trayectos, también lee, y duerme y mueve la ruedecita de su I-pod una y otra vez...pero antetodo observa...


El compañero de asiento que le tocó en suerte aquel día era un tanto particular, aunque su aspecto no predecía esta afirmación...

Era un hombre ... cuarentón , corpulento, bien vestido, típico ejecutivo que peina canas y denota en sus ojeras que tiene hijos pequeños que no le dejan dormir del todo bien.

Ella , como siempre buscó su asiento fetiche...

Primer vagón , primera puerta, asiento de la derecha al lado de la ventana.

Cuando las prisas diarias le hacen llegar tarde y no encuentra su asiento en el tren se siente insegura, desprotegida e incapaz de seguir con sus rutinas diarias del transporte como si una especie de maldición locomotora se le fuese a echar encima ...

Aquel día, sin embargo, llegó a tiempo ... con calma ... llegó a coger el tren casi casi como si de un paseo se tratase...se sentó, se desabrigó de ropajes , bolso y otros útiles innecesarios durante el trayecto... los dejó a un lado , justo a su derecha, haciendo una especie de cojín donde apoyar el antebrazo ...

Una parada después de acomodarse, llegó él.

Tenía sus propios rituales, aunque diferentes a los de ella. Se desprendió de la americana, hizo un ademán parecido a un planchado rápido con la palma de la mano y la colgó en el ridículo perchero situado justo al lado de Ella...

Se sentó , completamente recto, ajustó sus gafas , se mimetizó con los apoyabrazos y empezó su ritual...acercó tímidamente el codo al brazo de Ellal, casi sin tocarla. poco a poco conforme las paradas avanzaban su codo tocaba cada vez más el brazo de Ella.. aprovechaba el mínimo traquetreo del vagón para agudizar el contacto.

Codo-brazo solo eso...

Empezó a sentirse intimidada... le echó una mirada desafiante , escrutadora, pretendía adivinar en sus ojos algún rastro de lascivia que le hiciese sentirse ultrajada, y que le permitiese reprenderlo , para que cesase el contacto.

Lo miró. Se enfrentó a él... directamente, sin tapujos ni falsas vergüenzas...

Pero se dio cuenta entonces que él...él misterioso compañero de asiento, estaba totalmente absorto ...la mirada perdida, dormido con los ojos abiertos., sus extremidades rígidas y tensas .. no era para nada consciente de la vida independiente que su codo había emprendido buscando la calidez del brazo de Ella...

En vista de semejante panorama, Ellal sintió una especie de ternura infinita, de complicidad silenciosa...volvió a mirar por la ventana... y se dejó acompañar durante el resto de trayecto por aquel codo solitario, que buscaba la calidez de otro brazo donde apoyarse...

....

...Banda sonora para codos solitarios o en su defecto para los que hablan por los codos , de los que también conozco unos cuantos...


Jeff Buckley : "Lilac Wine"




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